EXCRITURA DESCEREBRADA
Creo que ha llegado el tiempo de la prudencia,
una nueva manera de vivir,
más mesurada, tranquila,
esa sabiduría cotidiana
alejada de las broncas,
sin amargarse por tonteras
o algún bombardeo.
Total, nada se puede hacer,
inútil golpear el muro,
siempre el mismo,
con un martillo o la cabeza.
Solo hay que resignase y listo;
yo ya lo decidí: me voy a hacer una lobotomía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario