EXCRITURA DE SALVATORE QUASIMODO

Esas campanas en la luz dolorida de la tarde,
sus llamados a la vida.
Recuerdo, lejano, tus versos;
el tiempo pleno del amor.
Tanto dolor, tanta impiedad,
así imagino a tus bosques.
Pero la brisa rompe el silencio;
yo olvido las palabras, descubro la esperanza.