sábado, 10 de febrero de 2018



EXCRITURAS VENCIDAS

Ya viene tibios los amargos, perdidos,
y un cigarrillo y otro y otro.
Esos palitos que flotan,
esa misma mañana ajena,
el gesto vacío: humo.
Ya no es real la ventana,
tampoco el laurel...
Las paredes no son el encierro,
la muerte es ilusión,
su cuerpo sin piel.
Ya nada empieza ni termina,
la confusión y las cenizas;
inútil, tratar de entender,
o demasiado tarde.
Ya no vendrá, nunca,
olvidó esos versos y la voz.
Mentir, mentirse,
ni ese patetismo falso.
Ya el rito no lo encuentra,
apenas siente las manos.
Sus garatos lastiman,
rotos, a la hoja en blanco.
Ya otra vez calienta el agua
y dura afuera del tiempo;
vuelve a pitar, muerde,
el gusto quemado de la corilla.
Ya vuelve a su silla, tiempla,
pero algo aun lo mira, en silencio, ciego.


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