EXCRITURA DE FOUCAULT
Claro que siempre me vigilan,
me hacen,
hasta me nombran mi propio nombre.
En cada rincón, un dispositivo:
la carta de amor,
la protección de miles de cámaras.
Ayer en la plaza de mi barrio,
sentadito y solo,
Jeremy Bentahn dormía en el pasto.
Pero ¡lo siento! siempre fallan,
no quieren aceptar
que yo no soy yo: todavía estoy vivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario