sábado, 23 de marzo de 2019

7

Yo también caí en la maldita rebeldía,
las clásicas rosas maltrechas,
sus pétalos libress
que son nada.
Después descubrí que había otro sol,
aguas oscuras,
un libro seco
y ese juego,
estúpido, caprichoso,
¡patético?, del pequeño burgués.
Nada quedó de eos placeres solitarios.

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