lunes, 25 de marzo de 2019

12

¿Alguna vez sabré de dónde viene lo que digo?
La noche ha reducido los árboles,
no hay voces en la oscuridad,
apenas palpitan las estrellas
que son las señales visibles,
lejanas, del siempre misterio.
Desde el afuera ya es el adentro,
una ventana de incertidumbre;.
así regresa el temblor del mito,
delante de mis ojos, se desvanecen,
¿el poema debe resolver la ecuación del origen?

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