miércoles, 20 de marzo de 2019

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En mangas de camisas, ya están cansados a la mañana,
los trabajadores van a perder sus rostros
y resignarse a olvidar el cielo.;
así que es inútil levantar la cabeza,
son máquinas entre las máquinas.
Pero cerca, vos lo escribiste-, pasa el Río,
tan real como el de Heráclito.
Han pasado las horas interminables,
la condena diaria para conseguir el pan.
Pronto terminará otra jornada:
Dios, ten piedad, regala a los trabajadores el agua de la vida.

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