12
Sobre el mar, que es el amor,
me abro a las aguas del cielo
y cierro los ojos al mundo
para lavarme las inmundicias,
y vi elevarse la cruz del consuelo...
Ya desaparecía la tormenta
una señal sin lenguaje
y la revelación infinita,
entre la lluvia asomaba el sol.
Ay, fui condenado al Arco Iris.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario