miércoles, 23 de enero de 2019

EXCRITURA DEL SUICIDA Y LA VIDA

Él no recuerda la cantidad de pastillas
que se tragó su tristeza.
Por suerte, de a poco,
el alrededor anula a las formas.
Además viene la noche,
esa brisa sin destino;
quizás ésta sea la última
o un comienzo más verdadero.
Inútil volver a insistir,
la espera ya no es la espera.
Igual no siente dolor,
hay demasiadas heridas:
amores, traiciones, cobardías,
la maldición cotidiana del espejo
Pero todavía le queda su piel
y sospecha que nada puede detener la vida

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