EL ÁNGEL DE LA BASURA
Nadie golpea a mi puerta
y mi corazón está sordo,
me resbalo en los latidos.
Alguien camina mis pasos,
aplasta las huellas
hasta romper mis zapatos.
A cada instante otra vuelta más,
un laberinto de la ausencia
de mi y mis huesos.
A mi vida la abandonó
la poesía de la vida,
ese eco de la inmensidad.
En el instante
el tiempo se pierde sin retorno,
cae junto a mis pies.
Solo sé juntar la basura,
dejarla en un rincón
para que se la lleve mi ángel.
enmudece las manos. .
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