martes, 15 de octubre de 2019


EXCRITURA SIN PRESENTE

Todavía me quedan dos fotos del bautismo,
mi hermosa madrina;
lástima que ya está muerta.
También encontré el cerebro mágico,
pero solo la caja,
alguien habrá tirado el juego.
Cuadernos de la escuela,
bien forrados, prolijos;
aunque uno es de mi madre.
Rarísimo, una plasticola casi llena,
dibujos de árboles,
un par de anteojos de sol,
Una fibra verde y otra amarilla,
un crucifijo sin cadena,
el muñequito mudo del Topo Gigio.
Varias llaves sueltas,
un cassette de Serú girán,
el número siete en una velita
¿Habrá un poema de la adolescencia,
ese reloj de papá,
la cédula identidad?
No, un carretel de hilo,
la aguja clavada,
aun brilla, me asusta un poco.
Claro que al fondo hay más porquerías,
pero todo es inútil,
ni siquiera en el pasado del baúl hay algo de vida.

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