jueves, 24 de mayo de 2018

EXCRITURA DE WALLACE STEVENS

Antes del desayuno, me despierta la teologia.
Cuando llega el lechero
aun la luz de la luna.
La sombra del caballo
y su contorno en los sueños.
Lejos, ese murmullo:
la gran arboleda y el mar.
No se si es lo que veo:
apenas en la ventana o un papel.
Solo silencio en la cocina
con el tiempo de las palabras.
Las mismas apariencias
cada día con sus pocas figuras.
¿Algo existe por sí mismo?
Ahora ya tomo mi café, lo dejo escribir a Dios.

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