lunes, 7 de mayo de 2018

EXCRITURA DE CARVER

Mi fiel lapicera ya no escribe la verdad.
No sé qué pasó; quizas fastidio...
su tienta inventa una y otra mentira.
Al principio sorprende, después,
en realidad, es una especie de alivio.
Varias veces sin querer me tenté:
la tomé y casi perdí mi mano.
Por suerte, hay tantas otras cosas,
hoy pude arreglar el maldito bidet.
Hasta podía irme a pescar...
horas y horas en el silencio del río.
¿total, para qué esa obsesión, pobrecita?
Yo pensé en tirarla a la basura,
pero no me animó: todavía me late el corazón.

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