sábado, 15 de junio de 2019

9

Las nieves más frías blanquearon mi cabeza,
aunque todavía crecen los duraznos.
Paso el tiempo bajo la fresca sombra,
junto al silencio que llega al atardecer.
Apenas oigo, lejos, el viejo molino,
y cerca, el simple milagro de los pájaros
Lo sé, ya no me reanima ninguna luz,
mi corazón busca reposo en la hierba.
Pero aun creo que mientras ame no voy a morir.

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