lunes, 25 de abril de 2022


EL PERO


La cosa no venía ni muy bien ni muy mal,

al menos algunos sábados

podía dormirse una linda siesta.

Tampoco era un bicho demasiado raro,

no usaba tatuajes,

aunque quizás fumaba mucho.

A pesar de todo andaba,

miraba por las ventanas el sol,

hasta tomaba cerveza con maníes...


Pero nadie escapa del resbalón fatal,

del vacío en pleno vacío,

del Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario