sábado, 5 de diciembre de 2020

 3


Para que no se gasten los huesos,

su equilibrio inmóvil,

el estar se asoma a la ventana

y cierra los ojos,

necesita ver otro horizonte,

algún camino 

y perderse en las huellas sin rumbo,

tan frágiles

que olvidan las reglas del esqueleto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario