EXCRITURA DE MI ESPECTRO
Me convertí en mi propio espectro,
inofensivo,
sin voz.
A veces me pierdo,
o resbalo
si olvido cerrar las ventanas.
Ya nada me asombra,
estoy tranquilo,
lejos.
Todavía puedo tomar mate
y dormir,
solo extraño el llanto de mi sombra.
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