miércoles, 30 de noviembre de 2016

CONDICIÓN NATURAL

Esa flor,
su fragilidad en el viento.

Tan íntima
y tan ajena.

Somos poco más que aire,
ese aroma.
OJOS DE LA EXCRITURA

Ya cansado o perdido
en Ciudad Evita,
a la sombra larga y breve de una vieja palmera.

La siesta se duerme
en la ausencia de las calles
y el sol estalla ciego ante cualquier referencia.

Es demasiada la luz,
ya desaparecen las casitas,
los jardines, el cielo y todos sus alrededores.

Recién ahora descubro
que los ojos
solo sirven para mirar por única y última vez.
EXCRITURA DE FOGWILL

Al caer de la voz
las palabras ya no cantan;

ni siquiera
el olvido ampara su silencio.

Muecas mudas
frente a la sordidez del asombro,

falsas magias
ante la nostalgia de la danza.

Y aquí, en lo irreal,
la vida pierde sus formas.

martes, 29 de noviembre de 2016

EXCRITURA SEMINAL

Verdes aun, varios tomates insisten en el nacer;
solo necesitan del agua, el sol y apenas una pocas palabras.

Recién, entre las hojas acaricié su piel,
demasiado joven, tensa, sin marcas de ninguna historia.

A pesar del milagro, sentí algo de pena
o una inocencia ajena ante esa pura confianza de la vida.

Sé que pronto cambiará su color y su destino;
ya no serán una ilusión: caerán, ellos también, en la realidad.
EXCRITURA DE WALLACE STEVENS

Este sol de otoño
como un último poema, pasa y calla.

Apenas suspira el viento,
entre el adiós y la ausencia del adiós.

Lejana o imposible,
solo una paloma tiembla en el aire.

Ese dolor de las hojas
en el huellas frías de la otra vereda.

Todo puede ser el final,
ya las nubes grises cantan a la muerte.
ARTAUD

Vos sabías que todas las preguntas
y la pregunta,
solo responde al disparo de la locura.

No soportabas la burla de los sabios,
esa fuerza
tan negra, tan tramposa, brutal.

Menos aun la condena del cuerpo,
el espanto de vivir
y su gran chimenea para la muerte.

Y podías ver el culo de esa rata
que cuelga
entre los dientes más sucios del ser.

Vos naciste de tu propio dolor,
sin madre ni padre,
y nunca aceptaste los límites del sol.

lunes, 28 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE HUDSON

Amo a los pájaros,
sin ellos la vida no sería mi vida.

Su libertad plena,
su canto cura a las enfermedades.

A veces tiemblo,
cuando desaparecen en la noche.

Pero al verlos volar
el cielo también se abre en mis alas.
EXCRITURA DE FELISBERTO HERNÁNDEZ

Yo tengo esperanza como de paso,
soy agua que corre.

Aunque un pozo puede encerrarla,
y convertirla en tristeza.

Entonces me llena un silencio sucio,
la trampa de la locura.

Pero de cualquier manera sería feliz,
ella cuida mis recuerdos.
EXCRITURA DE HAWTHORNE

No es verdadero el dulce final del relato:
Wakefield jamás volvió a su hogar.

En la ciudad, como otro simple solo,
poco a poco se acostumbró a la deriva.

Cuando aparecía su reflejo en las vidrieras
ya no se reconocía, sentía una amenaza.

Todo en él -o nada- era un vacío ajeno;
y lloraba al escribir su nombre en las paredes.

A su alrededor apenas pobres fantasmas
o espejos muertos de su ser alguien.

Sin darse cuenta, un día cualquiera,
en un baldío, desapareció de sí y para siempre.
EXCRITURA DE MARECHAL

Te envidio, Leopoldo,
vos podías escribir en lo más hondo a la patria.

Y veías sus metáforas,
la piel de sus tantos colores siempre vivos.

Los paisajes y sus versos:
amaneceres, llanuras, empedrados, arrabales.

Sus más viejos dolores...
hasta ese temblor enamorado de la niñez.

Te envidio, y me duele,
ahora en mis ojos solo tengo clavada su ausencia.
EXCRITURA DE BARTOLOMÉ HIDALGO


Ellos arrancaron todo lo nuestro,
hasta esa vergüenza del pobre chiripá.

Tanta sangre derramada, y seca
en la guerra eterna y ajena de esta patria.

Y ahora, desunidos en el canto,
ya ni se escuchan los aullidos del dolor.

domingo, 27 de noviembre de 2016

LA CEBOLLA DE CHARLY GARCÍA

Por lo que me tocó aprender
de lo que nadie te enseña
sobre las pequeñas delicias de la vida,
suelo caer en reivindicaciones obvias
y me atrevo, por ejemplo, a decir
que a las canciones de amor
poco le importan la verdad de la ciencia,
ni saben que es imposible dividir un átomo;
cualquier efecto inventa la causa
y así nacen, ridículas, en lo más adentro,
como si fueran una revelación tonta,
circunstancias que al menos por ahora
nadie -o casi- se ha animado a discutir.
Y entonces en el amor vuelan barcos
o llora sola esa falsa cebolla en París.
Siempre es así de simple, con estribillo
y un piano en la penumbra de un sofá,
esa copa en el borde de los labios
ante la esperada señal que sí o que no
que todos ya vimos en las películas.
Digo, desde ahí viene la canción, sin pensar,
perfecta, como el mar o la cebolla,
Solo dura poco más de tres minutos
y la mejor siempre se te ocurre a vos.
EXCRITURA DE BRADBURY

Nada es posible ver ni leer en el Hombre Ilustrado,
la pena borró todas sus historias,
solo ausencia en cada figura.
Ahora sus maravillas son heridas,
su cuerpo, vacío de huesos.
Así que desnudo escapa de los hombres,
y tiembla ante la luna y el sol.
A veces contempla el fuego,
el rumor de las cenizas.
Pero hasta el espanto es inútil...
ya nunca podrá verse en el espejo.
Y ni siquiera vos, Ray, ni tu bondad
podrían inventarle la paz de una esperanza.
El Hombre Ilustrado agoniza en las palabras olvidadas.
EXCRITURA DE MANRIQUE

Así, con tanto entender;
ya nada.

Entre los ríos secos,
la vida.

Y ningún mar
que al menos es el morir.

Pasó lo no venido
y lo peor.

Pero ya nada,
ni podemos sentir lo humano.

sábado, 26 de noviembre de 2016

AL COMANDANTE

En ese poema te comparaban con un caballo
y era verdad, si yo te veía galopar.
Lástima que hoy no lo pude encontrar y leer,
sentir por lo menos en algunos versos
que todavía y siempre, ese viento libre.
Un caballo tan fiel y tan enorme...
más testarudo que toda la historia,
con sus dolores, humillaciones, pesares.
¿A dónde se te ocurrió ir ahora, Fidel?
Igual te entiendo, así eran esas crines y vos;
nadie pudo domarte nunca, ni la muerte.
Pero algún día voy a encontrar ese poema,
porque también eras amor y belleza
y sé que nada podrá contra tus relinchos rebeldes.
EXCRITURA DE UN REFUGIADO

Las maderas podridas del bote,
lejos, y el inmenso el mar

Ni siquiera un grito perdido,
¿ese llanto era verdadero?

Las sales en la garganta, azules
ya se confunden en el cielo.

Apenas puede flotar en el aire;
la esperanza es ese sol.

Al ver las burbujas tan blancas,
el tiempo olvida al tiempo.

Los ojos ciegos del refugiado,
aun miran, a la tierra de la libertad.


A PASOLINI

En ese territorio baldío
la belleza brutal de la promiscuidad.

Un arco de fútbol, desnudo,
entre los yuyos altos, rabiosos.

Ni ruiseñores ni campanas,
solo la atroz felicidad de la pasión.

Tanto fervor, tanta furia,
la verdad escandalosa de la muerte.

Y las heridas calientes
como otro poema, él último, tu desafío.


viernes, 25 de noviembre de 2016

NINÍ Y PIPO

Ellos están tan cerca, a mi lado,
echados y dormidos.

No debo moverme ni hacer ruido,
solo mirarlos.

Son dos seres del puro amor,
ángeles peludos.

Y casi nada más me importa,
salvo la noche sola.

Pero es difícil resistir una caricia
y ya despertaron...

Podría decir que son Niní y Pipo,
mis perros, o mi consuelo.

jueves, 24 de noviembre de 2016

EXCRITURA DEL SEÑOR K

En la calle, abajo, las bocinas de los autos.
De vez en cuando, un estruendo
en el patio o en la cocina.
Más adentro, sobre mi cabeza,
el rodar constante de una pelota.
Del otro lado, en la habitación,
una conversación desconocida y ajena,
tan real, como si yo flotara ahí,
entre las paredes y las voces.
Otra vez, algo grita en mi sangre
y solo puedo escribir: me persiguen los ruidos.
EXCRITURA DE LEZAMA Y BENJAMIN

En los rincones más alejados,
casi perdido,
ese enemigo rumor:

los susurros para el oído
que atrapa
la imagen redentora del paraíso.
GELMAN

Mientras él inventa el dulce de las palabras
que laten rotas en su corazón,

el mundo se queda quieto, olvida
por un rato tanto frío y fieras y furias;

yo también, y a veces hasta puedo resucitar
o creer en alguna calle perdida,

entonces camino entre sus huellas,
tiemblo, me vienen esas ganas de solo agradecer.
EXCRITURA DE ANTONIO CISNEROS

El chancho bajo el sol de la realidad
ya metió su tímida trompa
en la bola de mierda.

El chancho mastica su único premio,
ahora hincha los pulmones
y eructa: quiere ser poeta.
EXCRITURA DE LA RUTINA

No es un comienzo;
la misma mueca ya olvidó los sueños
en el espejo.

El mate amargo,
solo y ajeno frente a la ventana ciega
y un cigarrrillo.

Los pájaros,
afuera, lejanos en el canto del amparo,
en ningún lugar.

También es única
la rutina del tiempo en la espera inútil,
el mismo poema.

Apenas esos minutos
tan adentro del vacío pleno de la vida:
otro día, su temblor.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE VAN GOGH


Esa intensidad
que surge en el latido del color,
tan inevitable y desconocida.

Afuera y adentro,
la mirada ya es más lo ajeno
que se despoja en la tela.

Solo naturaleza
en los cabellos libres del pincel:
la plenitud de otra vida.

martes, 22 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE SAER

Las palabras ya no hacen el tiempo
ni murmuran la sangre de las heridas.

Los árboles olvidaron sus nombres
y las piedras dejaron de gritar al sol.

Hasta la muerte, la mía, cualquiera;
las palabras han perdido la voz del aire.

lunes, 21 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE PASCAL

Quebrada,
                 la caña
                      ya se ahogó
                               en su charquito.

domingo, 20 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE JOSÉ DONOSO

En un burdel, perdido en otro Chile,
otra vez aparece el ambiguo Tiresias.
Aunque tiene otro nombre y puede ver,
así que todos lo llaman La Manuela.

Los clientes le dicen bromas brutales,
necesitan insultos para ocultar su temor.
Solo los desesperados quieren la verdad,
pero ella o él...baila y agita sus collares.

Tan real como irreal, con cada gesto
confunde y perturba a las certezas,
y en su piel aspiran la incertidumbre
que los lleva al infierno y al paraíso.

Claro que nadie está seguro de nada;
salvo que Tiresias y La manuela viven
en el más allá o más acá de los sexos:
ese lugar sin límites y único: el cuerpo.
TERAPIA DE LAS EXCRITURAS


No hay sorpresa,
las mismas muecas heridas en la taza de té

Alrededor y adentro
la ausencia desesperada por alguna palabra.

El absurdo soñar
que inventa la confusión de una mariposa.

O la inutilidad de la brisa
entre las ramas más altas, el cielo y el laurel.

Así toda esta tarde,
ya un cuchara seca junto al borde del platito.

Pero no hay garabatos:
apenas un gesto, beber despacio, y sin pensar.

viernes, 18 de noviembre de 2016

UN KAFKA

El equilibrista casi arruina la función del circo.
Antes resbalar en el alambre,
con odio mordió las sogas del cielo
y gritó la última palabra viva.
Pero todo siguió como si nada:
las mismas risas y aplausos.
Eso sí, después nadie se acercó a su cadáver;
ni el hambre, desesperada, de los perros sarnosos.


LA PARED DE LAS EXCRITURAS

Una vez más los viejos ladrillos del tiempo
ya deformados en la pared del fondo.

Con la paciencia de vientos y lluvias,
poco a poco, desnudan su escasa realidad.

Ni siquiera sé si aun los puedo ver,
tan frágiles como el humo del cigarrillo.

Apenas otra metáfora inútil, ahí,
ante la inevitable disolución de las formas.

Una vez más hasta apagarse el sol,
si la noche no abusa de las tontas estrellas.

Igual, peor es el artificio del otro lado
y estas palabras gastadas para mirar la nada.

jueves, 17 de noviembre de 2016

EXCUSAS

Si todo, como se da, apenas viene;
yo solo le prestó mi cuerpo.

Y no me importa el espejo:
eso me tranquiliza, alguien sabrá.

Ni me hago cargo de este poema.
Ahora veo un mirlo desde la ventana.

lunes, 14 de noviembre de 2016

UNA POÉTICA DE LAS EXCRITURAS

Dejar todo para cualquier momento,
apenas mirar
y olvidarse del paisaje,
el que sea,
oscuro o luminoso.
Irse al más adentro
hasta hallar ese hueco,
tan vacío,
tan pleno,
a la espera de una señal,
la que sea,
y recién entonces,
sin razón, intentar con las palabras.

DUDAS LITERARIAS

Si fuera James Joyce, quizás escribiría que se trató de una epifanía; pero no lo sé....
Hace ya algunos años, un día de verano, caluroso, salía contento -por supuesto- del trabajo y caminaba sin preocupaciones por la trajinada Libertad, en pleno centro de Buenos Aires. Iba apurado, tal vez al cine, un bar, qué importa. Entre el hormigueo de gente creí ver y vi: un cuerpo desnudo, ahí, en la vereda, a las cinco de la tarde.
Al acercarme, sin comprender, ¿temeroso?, descubrí apenas los pellejos de una anciana, casi sin cabello, los ojos abiertos y perdidos, la caída final de sus pechos, con una mano apenas humana sostenía una manguera pública para bañarse. A sus pies, el agua sucia se deslizaba por las baldosas como un hilo de miseria hasta el cordón indiferente de la calle, Después, ya no recuerdo más, ¿para qué?
No lo sé, Joyce, aunque todavía quiero saber qué fue eso y mejor, para siempre, olvidar.
EXCRITURA DE JOSEPH CONRAD

Solo una luz tenebrosa y mágica,
ese instante y la evanescencia de las palabras,

ante las burlas mudas de la miseria
y el abandono ciego de cualquier vida.

No importa el momento ni el lugar,
a veces, el verso también puede ser algo;

acaso el horror de una mirada,
siempre, apenas, el balbuceo de otra conciencia.
ESTRELLA SUCIA

Creo que tenía uno de los dientes negros
esa puta, tan vieja y arruinada,
en el baño apretado del barcito.
Borracha, todos se la hicieron chupar;
éramos nada más que otra noche, y siempre.
Por suerte, ya ahora tomo solo
y me olvido al mirar las estrellas.
Pero recién cruzó por el balcón
con su risa idiota, ahí, todavía más sucia.

domingo, 13 de noviembre de 2016

REPORTE DEL TIEMPO

No para de lloverme,
tristeza,
como si el cielo
ya no existiera,
y adentro,
afuera del tiempo,
las nubes negras:
temblores.
No hay ningún refugio.

sábado, 12 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE ANDANDO

                                 a Verónica Condomí


Corazón triste,
andando en el padecer.

Ayer y hoy,
buscando remedio al amor.

Y el tiempo
pasando, lejos muy lejos.

Solo el ir,
penando en el canto.

Ay, mi cajita,
comprendiendo sin pensar.

Triste corazón,
andando en la pura ausencia.
POESÍA Y VIDA

¿Alguien
podrá resistir la tentación,
después de leer tus poemas,
su sabor, tan fresco,
Williams, de plantar un ciruelo?
Solo así
el consuelo sería una idea real
o una sensación humana.
Lástima que ya es imposible:
no creo en mi tierra.
EXCRITURA DE OCTAVIO PAZ

La palabra, una a una y letra a letra,
solo es un engaño para el poeta,
apenas una mueca ajena del asombro.

Siempre se dice lo que no se dice,
desde el grito antiguo al silencio.

La palabra es laberinto de la voz;
pura inocencia, ninguna ciencia,
hasta aprender la otra lengua y callar.
EXCRITURA DE OLGA OROZCO

Apenas si mi piel
y esa esfinge que me habita y pierde
sin manos ni pies;
ningún destino,
siempre en el mismo lugar:
el borde más adentro de la catástrofe.
Sé que todos es posible;
todo, menos yo.
CONDENADO

A pesar del encierro,
su penumbra,
la mugre,
ese temblor
al escuchar los pájaros;
otra mañana,
tan lejos,
y siente la pena
en el llanto de las rejas.

viernes, 11 de noviembre de 2016

SER Y TIEMPO

El mañana puede no ser,
ayer ya es tampoco:
¿siempre hoy es único día?

ODIO DE LOS DEÍTICOS

También acá
muchos detestan a lo que llaman extranjeros.

Apenas un deítico
para señalar el espacio del odio.

Pero son demasiados,
desde algunos vecinos hasta el presidente.

No lo puedo entender:
¿alguien conoce el verdadero sentido de acá?
EXCRITURA DE YUPANQUI

Lejos
van las aguas del río.

Y el campo
quemándose al viento.

Un paisaje,
las penas del paisanito.
EXCRITURA DE KARL KRAUS


¡EDICIÓN ESPECIAL!

Entre los cuerpos cae otro anuncio de guerra,
pero casi nadie puede oír el estruendo.

Permanece quieto, verás que se aproxima
otro espectáculo horroroso y enternecedor.

Las víctimas del último bombardeo
ya son un entretenimiento para juegos infantiles.

No te preocupes: en el principio fue el verbo,
y ahora la palabra será el fin del mundo.

¡EDICIÓN ESPECIAL!
UN PASEO

Ahora, a su alrededor, tan extraño,
solo el simple aire de la vida;
peor era el encierro y otra botella.
Y así andan sus pocos pasos,
sin dirección, entre las rutinas
y los movimientos de su irrealidad:
colectivos, autos, personas...
Nada puede pasar, apenas mira
y cada detalle se pierde, lo olvida.
Pero ¡ay! no puede soportar ese árbol:
altísimo, iluminado de puro sol.
Inmóvil, adentro algo le tiembla
y sus lágrimas ya buscan la sombra.
CONSUELO DE LA CREACIÓN

Por fin ningún verso,
ni una frase
o al menos una palabra.

Perdidos los ojos
en el viento,
del otro lado, adentro.

Lejano de mí,
en la misma silla
la misma habitación.

Sin esa impaciencia,
sus trampas retóricas
que evitan al mero estar.

Así, el tiempo no pasa;
flota en el otro,
y alivia su misterio.

Inmóvil ante el papel,
tan blanco
y sereno en su única voz.

Si pudiera seguir así;
ser un poeta,
apenas la plena ausencia.

jueves, 10 de noviembre de 2016

HERIDAS DE LOS MUNDOS

Tampoco hay rostros amigables en el enorme supermercado internacional, solo son carritos apurados y nerviosos. Por suerte, nadie advierte la sangre partida en mis labios. Algo mareado, recorro muchos pasillos, todos tan limpios, tan alejados de cualquier mundo. Lástima que no hay ningún tacho para escupir, así que trago y otra vez me duelen los dientes.
Al fin, en el fondo, encuentro el alcohol y el paquete de vendas. Casi nadie en la fila; pocos llevan pocos productos. Al pagar la cajera me pide cambio. Yo no tengo cambio, le respondo, y no entiende la broma. Antes de irme vuelvo a mirar con más atención, desde adentro hasta evaporar los detalles: ya no veo personas, veo miles de cosas y siento ganas de emborracharme y volver a pelear.
EXCRITURA DE GABO FERRO

No puedo entender al cielo,
a la memoria de los campos,
ni a los árboles ni al sol.
Tampoco a estas flores,
su color y sus perfumes.
¿Para esto tanto han cantado?
Apenas puedo mirar sin ver
la verdad muda del horizonte.
EXCRITURA DEL INFIERNO SIN DANTE

Sin ninguna señal
ya me perdí en mi propio infierno.

Sin un guía, Dante,
todos los círculos son mi centro.

Sin lamentos:
el horror mudo en el pensamiento.

Sin esperanza ni amor,
ya no me pueden salvar tus versos.
EXCRITURA DE HAROLDO DE CAMPOS

El poema
ilustra la teoría de su vuelo.

Un círculo
que medita sin centro.

La luz
solo alcanzada por el tiempo.

Pájaro de plata,
como un dios sin pensamiento.
EXCRITURA DE A. R. AMMONS

Hoy anduve de nuevo por los médanos, solo,
hasta llegar al mar.

El viejo sol, el viento más alto y constante,
la nitidez de la huellas.

Liberado por el paseo, me despojé de las formas
y mi pensamiento.

Toda cosa vida está asediada, y su riesgo:
la plenitud.

En la naturaleza hay pocas líneas definidas,
acaso desordenados órdenes.

Solo remolinos sin sentido, su errancia abierta,
esos senderos sin tiempo.

Hoy anduve en algún otro lugar, y pude ver
el paisaje en el adentro
VIENTO Y MORAS

El viento desparramó a las moras
en la veredita del fondo;
la mañana fría de primavera
que ya ilumina el sol.
Nadie entiende, nadie
puede ver esas manchas reales.
A un costado la escoba
y más alto, el viejo árbol...
Las moras en la veredita,
y barrerlas se parece al único dolor.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE MANUEL PUIG

Chismosas, en la lejana noche tropical,
las viejitas olvidan las penas de la ausencia.

Siempre sospechan esas otras historias
y, casi temerosas, apenas las murmuran.

Ni el menor movimiento es fortuito,
el tiempo les enseñó sus trampas secretas.

De a poco despiden a la memoria;
aunque, a veces, vuelven los mismo deseos.

Pero ellas ya viven en otro mundo,
y banales y dramáticas sueñan su eternidad.
EL JUEGO DE LAS EXCRITURAS

Entre lo que se puede ganar o perder,
las excrituras ya no tienen la menor duda.

Aunque respetan la astucia de Pascal,
apostar es inútil, apenas un pasatiempo.

Además, ya saben que el juego es otro,
sin reglas. el azar que dibuja la mariposa.

La realidad es una trampa perfecta,
nadie puede escapar, ni siquiera la locura.

De modo que no vale ninguna opción:
cada ficha es una vana ilusión, salvo la vida.
EXCRITURA DE HUGO PADELETTI

De la nada (que es todo) ya brota
la poesía queriendo y sin querer.

Entre el ángulo oscuro, el conjuro
y la luz se precipita lo naciente.

No espera, como el simple canario
junta elementos para el único canto.
EXCRITURA DE VINCENT VAN GOGH

Ya la lejana oscuridad
no trae luz.

¿En algún porvenir
habrá un arte
joven y hermoso?

Ay, Theo,
ni siquiera sirve llorar.
EXCRITURA DE AMELIA BIAGIONI

Hubo una vez
el sonido,
el lamento,
esa voz.
Hubo,..
y nunca más.

martes, 8 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE LAS PERPLEJIDADES COTIDIANAS

Ya descolgué a la ropa de la soga:
medias, remeras, calzoncillos, la camisa y un pantalón;
anuncian vientos, tormentas y lluvias.

Pero me dan un poco de pena
esos broches inútiles ya sin ninguna razón, tan solos.
Y no se me ocurre nada, lo lamento.

Al acomdar las prendas en la cama,
llegan las nubes oscuras y mi tonto consuelo:
un trueno estalla hasta iluminar el terror natural.

Dentro de casa me preparo un café,
al beber la tibieza me lleva hasta la ventana.
Solo, envidió a la soga y los broches: ese humilde orgullo.
RAMONA

Al abrir la puerta de casa, te vi escarbando la basura y me miraste. Con un buen pedazo de carne te invité a pasar y te llamé Ramona. Pero, maldito Dios, al rato vomitaste todo y ya no hubo solución, nunca.
Algo te impedía comer, y fui a varios veterinarios y nada. Aunque te trituraba los alimentos, no: no tragabas, solo tus ojos marrones y tus saltos, increíbles. A mí que nunca me gustaron los galgos, me enamoraste.
Claro, esa era la única explicación para que te dejaran, tan hermosa. Ese hocico largo, tu pelo negro y brilloso, tu suave bondad. Aun siento las caricias agradecidas de tu lengua.
Aguanté lo que pude, dos o tres meses. Y tu amor era purísimo y a veces podías correr y cada vez más flaquita. No soportaba que me vieras llorar: vomitabas, temblaba todo tu cuerpito.
No tengo perdón, Ramona. No supe qué hacer, me desesperé y decidí lo peor. Juntos una madrugada nos alejamos en el auto; me mirabas. En una calle desierta, abrí la puerta y te abandoné...y saltaste, corriste. Todavía te veo en el espejo, todavía. Me maldigo, lo merezco, y por siempre.


UN SIMPLE INTENTO

Salgo al fondo de la casa,
a mi frágil quintita;
las plantas que crecen:
papas, perejil, boldo, lechugas...
Pero tampoco sirve,
apena ver a esas vidas,
tan ajenas, reales y puras.
EXCRITURA SIN SALIDA

Ya no quiere ninguna vida,
solo un cigarro.

Vio amaneceres y noches.
y pidió perdón.

Pero es inútil la condena,
un mal chiste.

Hasta duda de su cuerpo:
¿será real?

Los días son otro engaño,
apenas miedo

Al final nunca pasa nada,
ni siquiera un Adiós.
EXCRITURA DE NIETZSCHE

En verdad, siempre es difícil demostrar el ser
y más aun que hable.

Solo las confusiones y contradicciones del yo
murmuran algo.

Incluso desgarrado, con las alas inservibles,
asume su cuerpo.

De nada sirven los delirios de las razones,
importa latir.

Quizás al aceptar su enfermedad, el destino,
logre escuchar esa voz.
EXCRITURA DEL LLANTO

Hoy no sabe por qué llora.
Las paredes mudas,
el humo del cigarrillo,
su muerte en la ventana.
Inmóvil, en su silla
apenas puede ver
el fueguito en la cocina.
Y al tomar otro mate,
quizás aun espera..
pero no hay mas espuma
El almanaque miente,
ni siquiera es real,
hace rato que ya pasó.
Claro que tampoco importa;
la tiempo es inútil;
hoy solo quiere el olvido,
el vacío del adentro:
ya no tiene sentido su llanto,

SER COSAS

En los últimos días, de a poco, sin ganas,
el llavero, botellas, ceniceros, libros,
facturas, un paquete de yerba, monedas,
vasos sucios, fármacos, etc. etc. etc.
Todo sobre la mesa, ahí, cualquier lugar,
ni siquiera la ventana abre sus ojos.
No se sorprende, todavía es temprano;
solo se pregunta dónde están los cigarrillos.
VALORES

¿Cuánto vale la pena?
Cualquiera, un adiós perdido
ante un pájaro ya mudo.
Esa esquina sola
que llueve y todavía espera.
El olvido de una voz
en el eco de su ausencia.
Un perro abandonado, sucio,
o esta ventana ciega.
Ni siquiera el mercado
puede dar una respuesta.
Bueno, al menos por ahora.
AMANECER FINAL

La inminencia de la lluvia oscurece la mañana;
no significa nada,
apenas duele.
Solo crece la sombra
y un presagio:
al fin la noche escucha los lamentos del Tiempo.

lunes, 7 de noviembre de 2016

VERGÜENZA PROPIA

El trabajo me obligaba, una vez por semana, a caminar las veredas de la avenida Cabildo y antes de cruzar una de sus calles, echada en la esquina, la vi: una mujer mayor que se caía y volvía a caer y nadie hacía nada. ¡Gorilas!, pensé. Apenas me acerqué percibí su aliento a vino barato, a soledad y desesperación.
Cuando logré levantarla, ¡ay!, aun lo recuerdo, me dijo con una voz en ruinas:
-Sos el hombre más bueno del mundo.
Desconcertado, se me ocurrió llevarla a un bar para que pudiera calmarse y descansar. En esas pocas cuadras, sus palabras rotas me contaron parte de su historia, terrible, demasiado humana.
Al fin encontramos una mesa libre y nos sentamos, y entonces le dije, después de darle un poco de dinero, que tenía que irme a trabajar, que se tomara un café y se quedará tranquila. Pero ella se negó, casi saltó de la silla con sus pocas fuerzas y, al oído, me invitó a tomar unos vinos, en un hotel, ahí nomás, a un par de cuadras.
Aunque apenas tenía 21 o 22 años, cada vez que lo recuerdo me arrepiento; es que todavía siento su mano temblorosa aferrada a mi brazo y mis tontas excusas para alejarme, dejarla ahí, sola, a los gritos, ya en la vereda y en un mundo despiadado y tan miserable como yo.
EXCRITURA DE JACQUES  BREL

Y además tanto tiempo,
la peor trampa.
pero nos enaltece, todavía...

Yo sé tus sortilegios,
vos mis maleficios,
ambos conocemos esas trampas.

Tuvimos esas tormentas;
agarraste tus valijas
y mil veces me fui volando.

Pero mi amor,
todavía, mi tierno maravilloso,
desde el alba a la noche:

te amo.

En fin, somos adultos
sin nunca ser viejos:
y yo me desgarro y vos llorás.
UNA SOLEDAD

Ahora solo puede vivir en ese encierro,
casi sin pensar, mudo, con una botella
y la desesperación por olvidar, olvidarse.
Ya no quiere -¿para qué- intentar una salida;
sabe que después de un rato y otro trago,
las paredes protegerán otra vez su vida.
Además, nadie lo puede molestar, ahí,
mientras mira, lejano, el dolor en la ventana.
EXCRITURA DE MARÍA ZAMBRANO

La mirada ha precedido a la visión plena.
Aunque sea superada, no se perderá nunca
y en la memoria perdurará la identidad.

Claro que la ha precedido ese olvido
que siempre viene del no buscar, y ante todo
un algo más lejano y afuera del tiempo.

Pero la lengua de fuego se mira dentro de sí,
solo tendría que volcarse en sus ojos, ver:
la identidad real entre lo visto y la visibilidad.
EXCRITURA DE JUANA BIGNOZZI

¿A quién le escribo estos versos?

Tanta gente perdida en mi vida,
en la historia derrotada
que roe los cuerpos;
pero el dolor de estos años
no no ha podido sobornar.
Todavía seguimos juntos
por ese precipicio de piedras.

Me corrijo.¿quién escribe estos versos?
EXCRITURA DE MIGUEL ÁNGEL BUSTOS

Nada más que algunos elementos.

Unas pocas cosas,
pocas palabras.
Todo es tan simple.

Apenas el cuerpo,
el cielo,
el fuego en el agua.

Ah, todo es tan incomprensible.

domingo, 6 de noviembre de 2016

CULPA TRAMPOSA

Claro que muchos, casi todos,
aun esperan mi llegada,
y mis mentiras vergonzosas,
¿Acaso realmente importa?
Si no cumplí las veinticuatro horas.
Y nuevamente volví a fallarles,
otra vez, al sentir el dorado.
Soy el otro, apenas peor que mi yo.
ahora ese espejo es falso,
solo refleja una botella.
Pero les fallé, traicioné mi alma.
PEREGRINACIÓN INÚTIL

Decidió simplemente salir
y no leer los diarios.

Afuera de todo, de él,
mira los árboles y las calles.

A veces lo detiene una plaza,
los pajaritos más tristes.

Ya tampoco es más real,
apenas un estar sin su cuerpo.
OTRA POÉTICA FALSA

Ninguno de sus versos,
apenas palabras.

Ni los lamentos o las plegarias,
solo falsos recursos.

Mal aprendido, lo traiciona
el oficio.

Para colmo, igual que la botella
ni una gota.

Eso puede ser un mariposa,
y vuela.

Pero la ventana también es ciega;
y alrededor, paredes.

Apenas otro cigarrillo,
irse con el humo.

Mejor olvidar y olvidarse:
o comprar otra botella.
EXCRITURA DE CAMUS

No lloró a su madre,
ya no le pertenecía el llanto.

Lejano y sin otro rumbo,
ni siquiera podía perderse.

Un resplandor lo cegó:
mató y apenas era su muerte.

Extranjero, hasta su cuerpo
absurdo, se olvido de la vida.
EXCRITURA DE CHANDLER

¿Qué importa dónde uno cae muerto?
Si es un asqueroso sumidero
o una bella torre de mármol.
Muerto, es el sueño eterno
y no importan esas cosas.
Petroleo y agua son lo mismo
que el aire y el viento de la tarde.
Ni siquiera unas colinas
o ese último callejón oscuro.
¿El sueño eterno o la suciedad?
Bueno, yo ya soy parte de la suciedad.


EXCRITURA DE LA VERGÜENZA

No me rompieron la cara,
ni siquiera un diente.
Ese no era mi boliche,
pero quería un mostrador.
Después el fútbol, las mujeres,
los comentarios gorilas.
Aunque eran más cinco,
muy educados y furiosos.
Creo que tiré unas piñas,
y le fallé hasta al aire,
Todo demasiado oscuro,
sin el último trago.
Yo lo lamento, y aun me duele
la última vergüenza:
no haber quedado en la calle:
apenas un escombro,
para que me pisaran el alma.
Bueno, no soy Poe, ¿no?
Solo fue un momento,
las verdades de un borracho.
VERGÜENZA DE NO SER.

Ya no encontrás ninguna mentira más,
salvo la costumbre del abandono.
Y así andás, lejos y encerrado,
dándole otra vuelta a la soledad;
ni te acordás de vestirte
o darte un ducha... ninguna.
Cerca tenés la caja de pastillas,
pero gana la cobardía y tu miseria.
Hoy va a ser igual que ayer, lo sabés,
ni siquiera estás en el fondo de la vida.

sábado, 5 de noviembre de 2016

LA VIDA DEL FRACASO

Claro que no era preocupante el fracaso;
lo extraño, rarísimo, era su sorpresa.
Recién a los cincuenta, o casi,
se daba cuenta de lo más elemental.
Tantos años había sido un iluso,
o peor: lo engañó una fe infantil
que confundía la esperanza con el sol.
Pero así era la vida, ¿no?; perder, y siempre.
Por suerte, ya disfrutaba la resignación
ante los pocos pelos, la tos, etc.
Solo que a veces, por lo que sea,
no puede evitar las burlas tristes del pasado
y entonces piensa en un revolver y chau.
Sí, todavía era el mismo estúpido,
y algo ajeno, en el adentro, lo empujaba a creer.
EXCRITURA DE PETER PAN

A las excrituras siempre les han fascinado las maravillosas aventuras de Peter Pan y sus amigos; no lo pueden evitar: al leer y releer sus episodios sienten que son un personaje más de la historia y comparten los mismos temores, fantasías y felicidad.
Así que desde hace muchísimo tiempo, con la ventana abierta esperan que alguna noche se produzca la magia. Solo que las excrituras no quisieran viajar al País de Nunca Jamás, si las visitara Peter Pan les dirían que les enseñe a volar, ir muy lejos, bien adentro, y vivir en el País del Ahora Siempre.
EXCRITURA DE ARTURO CARRERA

Inmóvil,
ya la belleza avanza en la oscuridad más lejana.

Aun despierto,
el poeta murmura su inflorescencia barroca.

Piedad,
la locura de la noche puede ser una promesa.

Entre los latidos,
sin Dios, como debió ser dicha la plegaria perfecta.

viernes, 4 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE UNA DE ESAS TONTAS ESPERANZAS DE LOS POETAS MENORES

Tanta palabras inútil,
pocos versos,
demasiado pasión,
almas rotas;
las metáforas
más elementales,
como cualquiera
o quizás todos;
lejos, las musas
y su compañia,
ningún consuelo,
solo el olvidar...
pero siempre está luna.
EXCRITURA DE MALCOM LOWRY

Tenés razón, viejo y querido borracho,
nuestra vida ideal es apenas un barcito
para sentarse, charlar o pensar
sin esos horribles carteles en el mostrador
que dicen que no ahí no se fía.
Y en una mesa, locos, soltar la lengua
para imaginar otro mundo, cualquiera,
donde se puede al fin ser un humano.
Tenés razón; sin miedo a la noche,
con la puerta abierta, el viento,
y una botella gratis para toda la eternidad.
EXCRITURA DE GELMAN

En la muy noche
no hay remedio, ni siquiera una guarida.

Lo que se fue
ya no soportaba el tanto estar.

Las partes del poeta
esperan la mañana para despenar preguntas.
EXCRITURA DE ZELARAYÁN

Uno no sabe por donde puede venir la cosa
para exprimir algún sueño.

A veces conviene hacerse el dormido,
pero la cosa ya no es la misma.

En realidad, no se sabe qué cosa es la cosa.
DOS CONTRA EL MUNDO

Ya no los puede molestar nadie,
ni siquiera la soledad.

Ningún tonto sentimiento
o los recuerdos y sus trampas.

A su espalda, las voces;
delante el espejo: su abismo

Por suerte está en su silla,
siempre la última, aun firme.

No espera a nadie, no,
y menos esos fantasmas falsos.

Solo es demasiada la luz,
pero pronto vendrá toda la noche.

Antes de hablar, lo piensa...
hoy podría despedirse, ser afuera.

Ya le acercaron el tiempo,
toda la vida en ese simple gesto.

La mano acerca la botella
en silencio, y así olvidan el mundo.
POÉTICA MUDA

Palabras en las paredes,
voces vacías.

Signos rotos sin piel,
vano artificio.

Solo el viento, su canto,
ampara y olvida.
EXCRITURA DE WALLACE STEVENS

Solo ese canto extranjero
en la palmera perdida en el fondo de la mente.

Detrás del último pensamiento
sin sentido humano, sin sentimiento humano.

El viento traerá el olvido,
esa es la razón que nos hace felices y desdichados
EXCRITURA DEL ENCIERRO

Cada vez más altos,
los muros adentro de su último corazón.

Ya nada ni nadie...
los latidos son piedras tan oscuras.

Todavía no comprende
por qué sangran las uñas de sus ojos.

Pero es inútil escapar:
afuera solo está el desierto de la locura.

jueves, 3 de noviembre de 2016

TODOS SOMOS HUMANOS

Quizás en este mismo momento,
mientras escucho y disfruto
-con una amiga y un trago-,
a la música de Todd Rundgren,
justo al encender este cigarrillo,
otro refugiado cayó al mar
y agita, inútilmente, sus brazos.
Pero yo no puedo hacer nada...
o en todo caso: subir el volumen.
SER A DESTIEMPO

Claro como el agua, Don Heidegger, lo entiendo.¿Quién, a esta altura de la historia, podría ser tan estúpido y desconocer la sinceridad de su mensaje?
Es más que absurdo y suicida confiar en el progreso de la tecnología: el hombre jamás puede ser el amo ni la auténtica medida ante el universo. Así que hay que abandonar la soberbia; ahora se trata de aprender a preguntar o abrir senderos en el bosque.
Pero, si usted me permite, hay un pequeño problemita; hoy el señor internet sabe todas las respuestas y el bosque ya es una vieja y trillada metáfora.
DON ROJAS, EL SANTO DEL BARRIO

En el refugio del 621 -ahora 620-, en la esquina de Terrada y Figueroa Alcorta, vivió durante muchos años Don Rojas con sus tres o cuatro perros flacos. A las noches colocaba una cortina de arpillera para que nadie lo molestara, y él dormía o pensaba o dialogaba con algún ángel caído. Pero no como el de García Márquez; uno de verdad, sucio y abandonado como él.
En sus gestos nunca aparecía la tristeza y hasta le gustaba hablar en inglés: good morning, decían sus dientes podridos a cualquiera, a cualquier hora. Su familia, que tenía su casa a un par de calles, no lo entendía o se avergonzaba de sus sacos destruidos y sus zapatos sin suela. Para alimentarse le alcanzaban las sobras de los vecinos del barrio, lo que sea, y andaba sin apuro y, a veces -yo lo vi- le daba miguitas a los pajaritos de la plaza.
Será por eso que a veces, a pesar del paso del tiempo, aunque tenga que caminar varias cuadras, voy a su refugio a esperar el colectivo. Ya no queda nada de sus pocas cosas, ni rastros de sus mantas pulgosas o sus medias agujereadas. Y muy pocos se acuerdan de su figura transparente y sus costras de mugre. Pero yo sé que todavía está ahí, siempre, y cuando puedo le dejo una botella de ginebra y un atado de Particulares.
ARLT

En su interior, siempre al acecho,
esa monstruosidad sin piedad.

Para él era apenas un juguete,
una baba seca de su rabia infantil.

Y podía respirar en la angustia
ese gas venenoso de las calles.

Jamás dudaba de sus pesadillas
ni del asco que le provocaba el mundo.

A veces era un simple comediante;
otras, un cínico o un aventurero.

Solo así podía sentarse a escribir,
y vivir y revelarse a si mismo, a todos.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE MANAL

Todo el día,
¿para qué?

Y caminar
sin dormir.

Nada viene,
¿por qué?

En mí
no hay quién.

Me pregunto
si así es vivir.
A CHET BAKER

Siempre quiso enamorar a su trompeta
y por eso la descuidaba, la dejaba por ahí, sola.
Trastornado, al soplar entraba a ese mudo,
cualquiera, y durante un rato era feliz.
Pero para todos -o casi- eso era demasiado,
aunque debajo de las mesas movieran los pies.
Él lo sabía, y sabía que era otra estupidez,
tan grande como la saliva y el cielo,
o la risa desafinada de tantas chicas fáciles.
Todavía, a veces, improvisa algunas frases;
pero ya dejó de cantar, prefiere escuchar al otro
y así la trompeta late perdida en su corazón.
UNA TRISTE ALTERNATIVA

Ya que resulta inevitable,
prefiero otra tristeza.

En algún cuento de Chejov,
un personaje secundario,

Apenas unas pocas líneas,
el detalle de una mirada.

O mejor, olvidarme y vivir
a la sombra de su cerezo.
EXCRITURAS DE LOS PIES

Demasiado aburridas todas las veredas,
mejor elegir el barrrito,
blando o seco, sus revelaciones.
Lejos de sí, con los ojos cerrados,
cada palabra es un charco
que pisan otros pies,
y navegan hasta encontrar un verso;
sin detenerse, mojados y sucios,
en su barrio que es otro barrio
por más que no les guste a los perros.
De todas maneras, eso tampoco
le alcanza para encontrar un poema
o escribir al menos caminito,
a ningún lugar, hasta poder pisar un sorete.
EXCRITURA DE HEMINGWAY

Acaso desesperado por nada,
cerca de la sombra del árbol de la vereda
el viejo solo y sordo
cada noche bebe su coñac.
Nadie lo quiere ver,
para los mozos es apenas un espectro.
El último cliente, siempre.
Todo lo que tiene es eso: una copa,
y ese lugar limpio y con un poco de luz.

martes, 1 de noviembre de 2016

EXCRITURA DE ZAMBA DE MI ESPERANZA

Amanecida como un querer,
zamba de la esperanza.

Las vueltas de tu pañuelo
acarician mi corazón.

Soy polvareda del horizonte,
y voy con el viento.

Y el tiempo pasa y no vuelve,
pero tu cariño será, será.

Ay, estrellita de mi padecer,
deja salir su canto.

La zamba de la esperanza
solo quiere amanecer.
¿CONDICIÓN HUMANA?

Ya no son excepciones los nazis,
ni los peores genocidios
o los asesinos más brutales.
Las excepciones son los otros:
acaso ni siquiera sean humanos.
UNA POÉTICA FÚNEBRE

Sin querer
cada día me muero un poco.

No puedo
ver las flores o las mariposas.

Ni siquiera
el color sin fondo del cielo.

Y rechazo
el dulce laberinto del amor.

Solo espero
una música muda en el alma.

Ahora,
ay, tampoco viven estos versos.
EXCRITURA DE CAVAFY

Adentro de mí, otra vez, el luto de la tristeza.

Haber estado cerca tantas veces
de esos ojos, de esos labios,
el cuerpo soñado y único del placer.

¿Por qué se detuvieron mis deseos?
Ahora, solo anhelo un engaño
y que mi vida olvide un rato su vacío.

Pero tantas veces, tan cerca... ¡qué cobardía!
EL VIRUS DE LA POESÍA

Ya resultan inútiles -o ridículos- los enormes esfuerzos de las excrituras para explicar la existencia de la poesía en el mundo actual. O mejor dicho, la persistencia de su práctica: inútil e improductiva. Según su laboratorio, al considerar los rasgos que caracterizan la cultura contemporánea, ya no se trata de una actividad humana normal, ni siquiera un juego o un mero entretenimiento. Quizás, se sugiere, debiera alertarse sobre la mutación de un viejo y peligroso virus o, simplemente, dejarla en su lugar: ninguno.
Pero ante la persistencia de esta falsa necesidad, son cada vez más insistentes los que proponen medidas más precisas y drásticas: es urgente prevención y eliminación de esa aberración humana. Sin llegar a considerar el hecho como una patología -sería políticamente incorrecto-, un grupo de especialistas han elaborado una propuesta: la creación de centros de rehabilitación para poetas, buenos o malos, da lo mismo. Sin dudas, los recientes y grandes avances en la biología y su aplicación a los problemas humanos resultarían una herramienta imprescindible para garantizar el funcionamiento eficaz de la propuesta.
De modo que si cualquier persona siente la tentación de escribir un poema o apenas un verso, podría internarse inmediatamente para su tratamiento. En casos extremos, ante las posibles resistencias, resulta fundamental la conformación de una policía parapoética. El proyecto es mucho más sencillo de lo que puede imaginarse, no hace falta leer para distinguir a la prosa de la poesía. Por lo menos en la mayoría de los casos. Aunque por el momento es solo un proyecto, tan urgente como audaz, ya se cuenta con el apoyo irrestricto de la CIA y las grandes corporaciones dedicadas a la cultura mundial. Y por supuesto, el aval festivo de las más prestigiosas editoriales.
DESAPARECIDO

Nadie lo llamó en varios meses,
ni amigos ni enemigos.
Él toma todos sus fármacos
y sale a caminar sin rumbo.
A su alrededor ve calles,
autos, perros, casas y árboles;
también un desierto de sombras,
o peor, su reflejo en un cristal.
Entonces regresa, rápido,
apaga la luz y vigila las paredes.
Hace años perdió su reloj,
igual apenas le pasa el tiempo.
O lo que pasa, ya desde antes,
ni siquiera se parece a olvido.
A veces canta y barre su pieza,
aunque tiembla ante cada rincón.
Pero ya no siente ese miedo,
ni siquiera cuando mira el fondo,
el yuyal en esos días de sol.
Siempre come Criollitas, 
las hostias del buen Padrecito,
para evitar a las pesadillas.
Si lo sorprende una tela de araña,
vuelve a la lamparita
hasta calmar al cielo raso,
horas, días, años, todavía la misma.
Nunca piensa en esa puerta,
los gritos, las patadas, el diablo.
Ni amigos ni enemigos, nadie;
además, tampoco habla por teléfono,